"Si el Gobierno no rectifica, continuaremos en la movilización creciente", afirman CC OO y UGT
El Gobierno de Mariano Rajoy y los sindicatos han tenido en las calles el primer termómetro del sentir ciudadano ante la reforma laboral. Cientos de miles de personas han acudido a las 57 manifestaciones convocadas en toda España por CC OO y UGT, que habían llamado a convertir las calles en un clamor ante lo que consideran una involución de los derechos de los trabajadores al dictado de la patronal. La respuesta ciudadana también servirá para medir la conveniencia de convocar una huelga general.
"Si el Gobierno no rectifica, continuaremos en la movilización creciente", han advertido las responsables de juventud de ambos sindicatos en el manifiesto leído al término de la manifestación de Madrid. Los gritos de huelga de los asistentes han ido creciendo conforme avanzaba la manifestación, que a lo largo de dos horas ha discurrido desde la plaza de Neptuno hasta la Puerta del Sol, con la participación de los secretarios generales de CC OO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez. Sin embargo, Méndez ha asegurado antes de iniciarse la marcha: "No queremos confrontar, sino corregir".
A la espera de datos oficiales de participación en todo el país, los sindicatos han calculado en 500.000 los asistentes a la marcha de Madrid, en 450.000 los de Barcelona, en 80.000 los de Valencia, en 35.000 los de Alicante, en 50.000 los de Gijón y en 70.000 en Zaragoza. Como es habitual, se ha desatado una nueva guerra de cifras, ya que la policía nacional rebaja a 50.000 los asistentes en Madrid, a 22.000 los manifestantes en Alicante y a solo 25.000 los de Valencia, aunque aún no son cifras oficiales, mientras que el Departamento de Interior ha cifrado en solo 30.000 los manifestantes en la Ciudad Condal. En Andalucía, los sindicatos elevan a 100.000 las personas que han salido en toda la comunidad, la mitad de ellas en la capital y 30.000 en Málaga, aunque la policía local de Sevilla reduce los asistentes a 5.000, informa Javier Martín-Arroyo.
En las calles, la asistencia se percibía como multitudinaria. En Valencia, por ejemplo, la organización ha tenido que desdoblar la marcha por la calle de Colón, ante los miles de personas que aún esperaban en la salida para acceder a la calle de san Vicente cuando la cabecera ya había completado los más de dos kilómetros de recorrido, informa Joaquín Ferrandis. Los asistentes coreaban lemas como "¡Mariano, escucha el pueblo está en la lucha!", y también abundaban las pancartas alusivas a las recientes cargas policiales contra estudiantes.
Con el lema "No a la reforma laboral injusta con los trabajadores, ineficaz para la economía e inútil para el empleo", han arrancado las manifestaciones en las principales provincias andaluzas, aragonesas, catalanas, castellanas, vascas, gallegas, baleares y valencianas, y en ciudades como Gijón, Santander, Pamplona, Cáceres, Las Palmas de Gran Canaria, Logroño, Ceuta y Melilla. La primera estaba convocada a las 10.30 en Córdoba, y la última a las seis de la tarde en Ibiza, aunque el grueso de las protestas se han celebrado a mediodía.
La jornada es el inicio, según las dos principales centrales, de una campaña de concienciación "creciente y sostenida" contra la reforma del Gobierno del PP, que entre otras medidas, limita a dos años la ultraactividad de los convenios, generaliza el contrato con un despido de 33 días de indemnización y concreta las causas que permiten a los empresarios despedir con 20 días, por ejemplo si suman tres trimestres consecutivos con un descenso de los ingresos. La siguiente jornada de protestas esta convocada para el miércoles 29. No obstante, Toxo y Méndez han admitido que no convocarán una huelga general hasta que el "ánimo" de los trabajadores sea el adecuado.
Frente a los sindicatos, en la retina del Gobierno está aún el paro del 29 de septiembre de 2010 contra la reforma laboral del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, que no fue tan dura como la aprobada ahora por el PP. De hecho, fue Rajoy el primero en hablar de esta posibilidad, cuando, en una conversación informal en Bruselas antes de aprobar la reforma, dejó caer que le costaría una huelga general. El presidente del Gobierno, que acaba de clausurar el congreso del PP en Sevilla, ha expresado su respeto por las protestas, pero ha asegurado que la reforma es "justa, buena y necesaria" para el país.
Mientras, el PSOE ha estado presente en las protestas de Madrid mediante una delegación, que ha contado con la presencia de la portavoz parlamentaria, Soraya Rodríguez, que ha sido abucheada por medio centenar de indignados al grito de "no nos representan". En la cabecera de la manifestación también se ha visto al exministro de Trabajo, Valeriano Gómez y a Diego López Garrido, a quien algún manifestante le preguntaba desde la acera donde había estado en la huelga general de 2010 y en la reforma de pensiones. Los socialistas, que pretenden recuperar la relación con los sindicatos y el apoyo social, han convertido esta reforma en el escenario de su política de oposición frontal al Gobierno.
Publicado el 19/02/2012 en www.elpais.com
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